miércoles, 22 de julio de 2009

Tú, mi diosa de las musas


No quiero que derrames una sola lágrima más.
Son demasiado valiosas para ser desperdiciadas.
Guárdalas como pequeños tesoros de sal en el fondo de tu corazón.
Porque creeme....merece la pena tenernos la una a la otra.

Nada ni nadie, nunca.


Te quiero




Y DORMIRNOS EN EL ABRAZO DE NUESTRAS LÁGRIMAS

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