domingo, 30 de agosto de 2009

Mucho más que amigos...

Después de una hora dando vueltas por casa en un fracasado intento de que llegase una pizca de inspiración a mi cabeza, he llegado a la conclusión de que no somos ni yo ni la pobre e inocente de mi cabeza, es tan sencillo como que no hay ni palabras ni gestos ni sensaciones suficientes para describir lo que sois para mí, asi que...os regalo este pequeñísimo resumen de todo lo que significamos.


Miércoles, 1 de octubre de 2008:


A las cinco y cuarto de la tarde salí de casa.

Estaba hecha un flan. No tenía ni idea de lo que me iba a encontrar.

¿Niños pijos en busca de fama? ¿Caras guapas pertenecientes a seres fríos? ¿Compañeros?¿Amigos?

Entre pensamiento y pensamiento pasó el tiempo, y sin darme cuenta estaba ya en la puerta de la escuela.

Abrieron las puertas del teatro y nos fueron nombrando uno a uno.

De momento parecían buena gente, pero ni siquiera sabía quien estaba en mi clase y quien no, yo sólo veía gente que llegaba, gritaba, se abrazaba, alguno incluso lloraba.

No me hizo falta esperar mucho, apenas había cruzado la puerta escuché mi nombre. Una chica se había parado en medio de las escaleras para gritarlo. Entonces lo recordé todo. Ese verano nos habíamos conocido en una conversación de estas múltiples del messenger. Ella era….algo que se parecía a patito…

No volvimos a vernos las caras hasta el lunes siguiente, esperábamos a las seis en la cafetería y yo para romper el hielo le pregunté que qué quería estudiar. Algo relacionado con el medio ambiente. Y pensar que ese ser extraño ahora quiere estudiar sexología.

Poco a poco fui conociendo al otro tercio de mí. Carolina. Ella era como una versión pequeña y tímida de aquella chica a la que recuperé el nombre, aquella chica con nombre de musical.

Me enseñaron, crecí con ellas, pero todavía no estábamos preparadas para convertirnos en lo que somos hoy.


6 meses después:


Hubo una semana el año pasado en que hizo mucho calor.

Después del crudo invierno todos los jóvenes madrileños vimos en esa semana nuestra anticipación al verano, y nos lanzamos en manada a vivir la calle.

Así, el viernes 25 de abril decidimos pasar la tarde inflándonos a comida basura en el retiro. Ha llovido mucho desde aquel viernes, y es impensable que hoy en día pudiéramos repetir algo parecido.

Hubo volteretas, partidos de fútbol, algún ligoteo que otro, amigos de esos que duran un par de semanas y una comida en un Burguer King…..y amigos que duran toda la vida.

Esa tarde conocí a Luis, había más gente, pero él me hizo gracia. No levantó la vista del suelo en ningún momento. Ese día volví a casa pensando que el por aquel entonces novio de Carol era un ser no sociable, yo me había acercado a ellos en pleno ataque de locura y no había visto más que pelo, muy limpio eso sí, pero pelo al fin y al cabo.

Un año más tarde me enteré de que estaba en pleno ataque de alergia.


Jueves, 8 de mayo de 2009:


Un mensaje de Carol a las cinco menos cuarto diciéndome que vaya a la boca del metro.

Más o menos una hora de concierto.

Un amigo de de la susodicha tocaba la guitarra eléctrica.

Mi espalda maldecía a los camareros que no paraban de abrir la puerta.

Una tal Ángela se reía conmigo. Propusieron ir a una feria de ¿matemáticas?....venció el pans & company, sus patatas y mi té del Starbucks. Todo ello reposado entre piedras voladoras en la plaza de Colón.

Mi memoria volvió a fracasar en cuanto a recordar nombres se refiere.

De nuevo Luis y nuevos los demás.



Los días siguientes:


Empecé a hablar con el guitarrista. Un tal Diego. Nos sentíamos faltos de cariño y se nos ocurrió sentarnos en medio del Retiro con sendos carteles de “free hugs”. Sustituimos la idea por una promesa. Un abrazo. Un abrazo tan grande tan grande que sustituyese a todos los que habíamos echado en falta hasta entonces.



Luis y yo fuimos plantados por Carol en el cumpleaños de Annie.

Yo llegué 20 minutos tarde y nosotros demasiado pronto.

Así que decidimos investigar por aquel barrio fantasma en busca de un chino abierto.

Ese día aprendí que no siempre se cumple la regla de que en cada esquina hay un banco o un todo a cien. Al final nos hicimos con una coca cola y entendimos que el problema no es que fuese un barrio fantasma, si no que los españoles eso de la siesta lo llevan a rajatabla.

Fue un cumpleaños muy bonito. Conocí a uno de mis mejores amigos.



Otro día fuimos a la feria del libro.

Fue un día sencillamente perfecto repleto de confusiones.

Hubo amor, hubo amistad, hubo sueños, hubo ilusión…por haber, hubo hasta un pollo envasado al vacío, pero esa es otra historia.



Ese corazón verde del centro de nuestro querido Madrid vio nacer y vio morir.

Fue testigo de besos y de lágrimas inolvidables.

Cuna de fotos que dan testimonio de nuestra historia.


Yo seguí en mis trece, haciendo amigos inolvidables de los que siempre nos olvidábamos, algunos tan raros que intentaron utilizarme de conejillo de indias y convertirme en animal, pero fue castigado por su hermana, que hábilmente tiró una pesa encima del cable del ordenador.

No sé si fue el susto del momento o qué, pero esa tarde la pasé en su casa bebiendo limonada e intentando no ser violada por un ser que necesitaba vaciar dos litros de agua después de haber tragado uno.

Por la noche…..comí mucho mucho helado y hablé con el hombre de los abrazos por la televisión.

Fue nuestra primera MCA.



Poco a poco algo fue cambiando.

No entendía porqué pasaban algunas cosas.

No encontraba sentido a lo más lógico

Así que puse tierra de por medio y me fui con mis sucias a Berlín.





Cuatro meses antes:


Pasé la noche más larga, inolvidable y bonita de mi vida.

Y todo ocurrió en el suelo de una cocina, rodeadas de chocolate, de biberones, de pañales.

Fue la noche de mi cumpleaños.

La noche en que mi casa cobró vida y se convirtió en un mundo paralelo con red de metro propia.

Dos cosas: una película y un peluche. Noviembre y el elefante rosa.




Sábado, 29 de octubre de 2009:


La noche, la cena, la sorpresa. Vosotros en una palabra.

Todos y cada uno de los que estabais.

Las flores elegidas por el guitarrista y el inolvidable.

Esas sonrisas traviesas que cruzaban de un lado a otro.

Ilusas ellas que creían que nadie las estaba viendo.

Cada segundo, cada palabra y cada lágrima invisible que resbaló anoche.

Es algo que me acompañará toda la vida. Igual que vosotros.

Os daría las gracias. Pero me parecería un insulto hacerlo.



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Ahora con permiso del señor que me introdujo en el mundo del pez mantequilla y el sushi de anguila:


"El mundo está en las manos de aquellos que tienen el coraje de soñar

y correr el riesgo de vivir sus sueños."






2 comentarios:

Trecnofobia dijo...

Si, me hiciste llorar.
Creo que sobraba que lo dijese, no?
Sigo siendo una magdalena :)
Fijate, aquella "patito" de la conversación múltiple... el chico de la alergia, el guitarrista y la versión pequeña de la primera chica...
Lo que es el tiempo, lo que es la amistad, lo que son los sentimientos...
Lo que es una maravillosa persona como esa chica de msn @yahoo.es que decía algo de angeles y del rock... :)
MCA...
Esto es algo muy grande que no dejará al mundo indiferente ;)
Te quiero!

irene dijo...

salgo yo y todo en las fotos..xD
las sucias tambien te queremos
ojala hubiera ido a la cena, a la proxima me apunto :)
tequierooo