Entre dos minúsculas motas de polvo pegadas en el cristal, puedo ver el cielo gris que cubre Madrid esta mañana.
El mismo tejado plomizo que me ha visto crecer, reir, llorar, caer. El mismo que me ha visto bailar bajo sus lágrimas y temblar con el rugir de sus lamentos.
El brillo los delataba. Diez minutos antes, una canción y una poesía. Palabras llenas de momentos de esos que hacen que un escalofrío te recorra enterita.
Y escucharlo de nuevo...como guinda a una terrible semana.
El mismo tejado plomizo que me ha visto crecer, reir, llorar, caer. El mismo que me ha visto bailar bajo sus lágrimas y temblar con el rugir de sus lamentos.
El brillo los delataba. Diez minutos antes, una canción y una poesía. Palabras llenas de momentos de esos que hacen que un escalofrío te recorra enterita.
Y escucharlo de nuevo...como guinda a una terrible semana.
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