Tengo ganas de salir corriendo de casa porque llego tarde a alguna parte. Subirme a un autobús. Luego a otro. Perder la noción del tiempo, quedarme dormida y pasarme de estación, y entonces aparecer en una calle céntrica transitada por miles de personas.
Mi rincón favorito de Madrid. Hacer equilibrios sobre la vieja fuente que meses atrás sofocaba el calor de los niños en las mañanas estivales. Esa risa tonta cuando pierdes el control y adelantas un pie antes de tiempo. Y en el centro un jarrón marmóreo que algún romántico llena de rosas rojas en los días en que un manto de nieve cubre la capital.
O cruzar corriendo la Castellana para no perder el 27 que está a punto de arrancar, mirar el reloj y pensar "en media hora estoy en Embajadores" y efectivamente, treinta minutos después aparecer en la glorieta.
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Otro trueno, esta vez más fuerte. La tormenta rugía con furia, los vientos formaban torbellinos con el agua.
- Es una señora tormenta - dijo Noah mirando las ristras de gotas que caían verticalmente sobre los cristales de las ventanas.
- Me gusta - aseguró ella bebiendo un sorbo de whisky - Siempre me han gustado las tormentas eléctricas. Incluso cuando era pequeña.
- ¿Por qué? - preguntó él por decir algo, por mantener la calma.
- No sé. Siempre me han parecido románticas.
Guardó silencio un momento, y Noah miró el reflejo de las llamas en sus ojos esmeralda. Luego Allie dijo:
- ¿Recuerdas que pocas noches antes de que me marchara, nos sentamos juntos a mirar una tormenta?
- Claro que lo recuerdo.
- Cuando volví a casa, no podía dejar de pensar en ese día. Me obsesionaba el aspecto que tenías aquella noche. Siempre te recordé así.
El cuaderno de Noah.
Nicholas Sparks
1 comentario:
me encanta el diario de noah aunque es demasiado cursi para mi xD
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