Así es. Mañana a estas horas ya estaremos de vuelta en Madrid.
Hasta el día 18 no empiezo las clases, pero creo que cuando el avion aterrice podré decir oficialmente que mis vacaciones de verano han llegado a su fín, pues aunque el calor continúe apretando, los helados invadan las calles y las gotas de sudor nos acompañen allá donde vayamos durante unas cuantas semanas más, nada ni nadie evitará que ya empecemos a comprar los libros del curso, a hacer las matriculas en las distintas escuelas con las que rellenaremos nuestras tardes semanales, etc.
Me gustaría poder aprovechar de otra manera este último día en islas Pitiusas, pero los golpes de calor y sus efectos parecen haberse encariñado conmigo, asi que aquí estoy, encerrada en la habitación con el aire acondicionado al máximo y dejando pasar los minutos hasta que sea la hora de comer y baje al restaurante.
Todo lo bueno se acaba, pero me voy pensando en el año que viene....
Ya huelo Menorca :)
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