martes, 1 de septiembre de 2009

Tercera entreda del día.


Tenían razón mis amantes
en eso de que, antes, el malo era yo,
con una excepción:
esta vez,
yo quería quererla querer
y ella no.



Curiosa manera de querer ayudar.
Curiosa manera de hacer daño.
Tiremos una moneda al aire y decidamos quien es el afortunado en sufrir mi martirio.
Luego un te quiero borrará los efectos secundarios.


No estés mal.
Si lo estás yo lo estoy.
No llores.
Si lo haces empañarás mis ojos.
Dame la mano y echemos a correr.
Sabes de sobra que nada ni nadie conseguirá frenarnos.

1 comentario:

Alatáriël dijo...

Te quiero........

Si voy cogida de tu mano no voy a llorar Meriyei....

Gracias por todo en serio..