Me estaba preparando un té y he vuelto a pensar en ese futuro tan precioso que nos has predecido.
Y de repente me he dado cuenta de que mañana estrenamos la obra, que ya hace un año que nos dimos la mano en el escenario y dijimos que para siempre.
Y esta noche me gustaría llamarte, y gritar y decirte que no he podido estudiar nada en todo el día porque los nervios me lo han impedido.
También quiero pedirte que disfrutes y que me veas jugar en el escenario.
No sé si el año que viene podrás estar en la muestra, espero que sí. Pero aunque no estés físicamente, sé que ahí estará la esencia de Dorina, y eso será suficiente.
Gracias por hoy, por ayer, por mañana.
Gracias por Hong Kong, por Madrid, por Buenos Aires, Londres, Paris o Nueva York.
Gracias por los muffins, por el café del Starbucks recién hecho.
Gracias por haber escrito mi sueño y haberme abierto una ventana a él.
Te quiero :)
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