lunes, 3 de mayo de 2010

Una tarde en el Círculo de Bellas Artes

El hombre, como todos sabemos, es el escritor de su propia historia, de una trama que él mismo protagoniza. Esto es así desde el momento en que el ser humano puede decidir qué hacer o no hacer en cada momento de su vida. Incluso llegado el caso de que este se abstuviera y no se decantara por ninguna opción de las ofrecidas, estaría haciendo uso de su capacidad selectiva, pues estaría optando por no decidir.

Ya lo dijo hace cuatrocientos años el archiconocido dramaturgo William Shakespeare: “el mundo es un escenario, y los hombres y mujeres los actores”. Visto así la vida podría analizarse como si estuviéramos ante una improvisación teatral en la que no hubiera nada escrito o planeado de antemano, sino que todo fuera surgiendo sobre la marcha. A nuestros pies se extiende un mundo inmenso de posibilidades entre las que elegir, y dependiendo de esta decisión, el curso de la obra se inclinará hacia una u otra dirección.


No hay comentarios: